Recientemente un maestro compartió con nosotros una lección para las clases superiores, sobre el tema de la salvación:
Propósito
Llevar a los niños al reconocimiento de su necesidad del Salvador.
Lo que necesita
Tres pelotas idénticas (como pelotas de tenis)
Papel de celofán transparente
Papel de regalo
Una caja lo suficientemente grande para una pelota
Preparación anticipada
Envuelva las pelotas – la primera envuelta en el papel celofán transparente, la segunda pelota envuelta en papel de regalo, para que se vea en apariencia como la primera, y la tercera pelota se coloca dentro de una caja y se la envuelve muy bien.
Enfocar
Levante la pelota envuelta en el papel celofán transparente y pregunte a los niños: ¿Qué es?
Levante la pelota envuelta en el hermoso papel de regalo y pregunte: ¿Qué es? Después de que respondan, retire la cubierta.
Levante la tercera pelota y pregunte: ¿Qué es? Si dicen “una caja”, pregunte qué hay dentro de ella, y luego retire el envoltorio y descubra la pelota.
Descubrir
Lea de Romanos 1:16-17.
En estos versículos vemos algunas cosas importantes.
El apóstol Pablo dice que no se avergüenza. ¿De qué no se avergüenza?
¿Por qué no se avergüenza del Evangelio de Cristo?
¿El evangelio de Cristo tiene el poder de salvar a quién?
Volvamos a la demostración que hicimos al principio de la clase.
En los tres casos, la base del empaquetado fue la misma. ¿Qué había en todos ellos? Una pelota.
Esta pelota puede ser comparada con nosotros como seres humanos. Dios nos creó a todos con la misma necesidad interior, en todos nosotros plantó el anhelo y la necesidad de una conexión personal con Dios. Aunque las coberturas de nuestro cuerpo sean diferentes. Ya seamos de Irán, Japón, Brasil, Tanzania o Israel, seamos chicos, chicas, niños, adultos, por dentro todos tenemos una necesidad básica y esa es la necesidad de Dios.
¿Qué hay en la línea mencionada en los versículos que leímos? Abramos en primera a los Corintios 16: 1-4 y nos será revelado. Lea los versículos.
¿Qué hay en la línea según los versículos?
Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día y se sienta hoy a la diestra de Dios. Allí nos prepara una casa, para llevarle a todos los que creen en él. Hable con los niños sobre el evangelio. Expándelo tanto como sea necesario.
Aplicar
En nosotros, también, Dios pone esta necesidad básica de Dios, tanto en ti como en mí.
¿Dónde estás en tu relación con Dios? ¿Le has pedido perdón por tus pecados y crees que te perdonó?
¡Si es así, gracias a Dios! Diga a todos acerca de esta verdad, es un mandato que Dios nos ha dado a los que creemos en Él.
Si la respuesta es no, puedes hacerlo ahora. Dios anhela una conexión personal contigo.
Siga conversando al respecto, como le vaya guiando el Señor.