“Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra”.

Génesis 9:13

Como maestros de las clases de la Escuela Dominical, nuestro principal objetivo y deseo es que nuestros niños se salven y desarrollen una relación personal con Dios. Es importante que aprovechemos cada oportunidad para presentar el evangelio en nuestras clases dominicales).

Una herramienta eficaz para presentar el evangelio a los niños es el “libro sin palabras”’. En 1866 el renombrado predicador Charles Spurgeon predicó un sermón titulado “El libro sin palabras”. En su sermón presentó la idea de un predicador desconocido, que usó tres colores para ilustrar los puntos principales del evangelio. A través de los años muchos que trabajaban en el servicio infantil utilizaron “El libro sin palabras” (al que, con el transcurso del tiempo, se han ido añadiendo colores) para presentar el evangelio a los niños de manera simple y clara.

El libro sin palabras es un libro que solo tiene colores. Cada color representa una verdad o un paso en el camino de la salvación.

Cómo contamos la historia:

Muestre a los niños el libro mientras hojea sus páginas para que puedan ver los colores que tiene. Diga a los niños que este es un libro muy especial. Este es un libro sin palabras que solo tiene colores. El libro cuenta una historia real basada en la Biblia. Al contar la historia, muestre siempre el color que representa lo que está describiendo:

Dorado

El color dorado nos recuerda el Cielo, donde vive Dios. ¿Qué saben del cielo?

El cielo es el lugar donde vive Dios. La Biblia nos dice que en el cielo: “… ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor…” (Apocalipsis 21:4). No hay más tristeza en el cielo. En el cielo solo hay amor, felicidad y paz, ¡el cielo es un lugar maravilloso! Dios, que nos ama tanto, vive en el cielo y Él es puro. Eso quiere decir que Él solo hace lo bueno. Y debido a que Dios es puro también el cielo es un lugar puro. La Biblia nos muestra que “Dios es Amor” (1 Juan 4:8). Dios creo a todos los seres humanos y Él nos ama. Él quiere que estemos con Él en el cielo. Pero hay un problema, hay algo que nos impide estar con Dios en el cielo. ¿Quién sabe cuál es el problema?

Negro /Oscuro

El color negro/oscuro nos recuerda el pecado. Pecado es todo lo malo que hacemos, decimos, e incluso, pensamos. ¿Quién puede dar ejemplos de pecado?

En la Biblia dice que: “Todos pecaron” (Romanos 3:23). Tú, yo y todas las personas que nos rodean, todos somos pecadores. Cuando desobedecemos a nuestros padres o maestros, si mentimos, robamos o insultamos, todas estas cosas son pecado. Las Escrituras (la Biblia) dice que: “la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6:23). El resultado del pecado es la muerte y separación de Dios para siempre. Debido a que Dios es puro, solo hace el bien y no hay en Él nada malo. Él solo puede recibir en el cielo personas que tienen un corazón puro y sin pecado, y porque el lugar donde él vive en el cielo es puro, Dios no puede permitir que nadie que tenga pecado en su corazón, esté en el cielo. Porque entonces el cielo ya no será un lugar puro y sin pecado. Nosotros no podemos quitar el pecado de nuestro corazón, y limpiarnos, y purificarnos a nosotros mismos. Debido a que Dios nos ama tanto y quiere que moremos con Él en el cielo, nos ha proporcionado una manera de limpiar y purificar nuestro corazón del pecado.

¿Quién sabe cómo podemos purificar nuestros corazones del pecado?

Rojo

El color rojo no recuerda la sangre de Jesús. Jesús es el Hijo de Dios. Jesús vive en el cielo con Dios el Padre. ¿Qué saben sobre Jesús? ¿Quién es Él?

Jesús es Dios el Hijo, por eso Él es puro y sin pecado. La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Por causa del gran amor de Dios por nosotros, quiso purificarnos del pecado de nuestro corazón para que podamos vivir con Él en el cielo, y por ello envió a su Hijo amado Jesús al mundo. La Biblia dice: “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). Jesús no necesitaba recibir castigo por el pecado. Por ser Dios, Él es el único que vivió una vida sin pecado. Dios le envió para llevar el castigo de nuestro pecado. Jesús fue crucificado y murió por nosotros, a sí tomó sobre sí mismo el castigo por nuestros pecados. Después de tres días ¡¡Jesús resucitó!! La muerte no pudo dominarlo, sino que Él domina la muerte. Jesús volvió a vivir en el cielo con Dios el Padre, y está preparando lugar para todos los que creen en Él. En Su muerte, Él dio oportunidad a todo ser humano de purificar sus corazones del pecado. Por ello la Biblia nos cuenta que hay algo que debemos hacer si queremos que Dios limpie del pecado nuestro corazón.

¿Quién sabe qué debemos hacer para que Dios limpie del pecado nuestros corazones?

Blanco

El color blanco nos recuerda lo más limpio, bueno y puro. ¿Qué más representa el color blanco?

Porque Dios nos ama Él quiere limpiar nuestro corazón del pecado. En lugar que nuestro corazón este “negro/oscuro” y lleno de maldad, Dios quiere purificar nuestro corazón como “… la nieve serán emblanquecidos” (Salmos 51.9). ¡Nuestro corazón será ¡más blanco que la nieve! En la Biblia está escrito que para que Dios pueda purificar nuestros corazones, debemos:

  • Entender que somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios.
  • Creer que Jesús, el Hijo de Dios, murió por nosotros para llevar el castigo de nuestro pecado, y que después de tres días se levantó de entre los muertos.
  • Pedir perdón a Dios por nuestro pecado y que purifique y limpie nuestros corazones del pecado.

En la Biblia dice que: “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1Juan 1:9). ¿Quién de ustedes ya decidió de arrepentirse: de creer y recibir a Jesús como su Mesías, quien le salva de su pecado y del castigo de su pecado, y de pedir el perdón de Dios y limpiar así su corazón?

¿A quién le gustaría hacerlo hoy?

(dedique tiempo a orar con los niños que deseen hacerlo)

¿Quién sabe cómo llama Dios a todo aquel que cree en Jesús y que recibe de Él perdón de pecados?

Verde

El último color es el color verde. ¿Quién adivina qué representa el color verde?

El color verde es el color principal en la naturaleza. La vegetación es verde y la vegetación simboliza el crecimiento. Así como crecen las hojas, las flores y los árboles en la naturaleza, Dios quiere que “crezcamos y maduremos”. ¿Qué quiere decir con eso?

Todo aquel que recibe a Jesús como su Mesías, Dios le llama su hijo. En la Biblia dice: “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…” (1 Juan 3:1). Dios quiere que como sus hijos le dediquemos nuestras vidas, y que crezcamos cada día en el conocimiento de Él y le amemos más. ¿Cómo podemos crecer en nuestra fe y amor a Dios?

  • Leyendo las Escrituras: Dios nos dio las Escrituras para que podamos conocerle mejor. Dios nos enseña sobre Él y nos revela Su voluntad a medida que leemos Su palabra.
  • Oración: La oración es una conversación y volverse a Dios. Cuanto más hablemos con Dios en oración, mejor lo conoceremos.
  • Comunión: cuando asistimos a una reunión y a la clase en la iglesia y nos relacionamos con otros creyentes, aprendemos a conocer mejor a Dios.

Dios quiere revelarse a nosotros, quiere que tengamos una relación personal con él. Él promete a Sus hijos en Su Palabra: “No te dejaré ni te desampararé” (Hebreos 13: 5) Si le pedimos a Jesús que nos perdone nuestros pecados, ¡Dios purificará nuestros corazones! El pecado ya no nos separará más de Él para que podamos morar con Él para siempre en el cielo. ¡Que alegría!

El Libro sin Palabras

Preparemos juntos un Libro sin palabras para que los niños puedan usarlo para contarle a otros la historia de Dios.

Los materiales necesarios

  • cartulina en verde, rojo, blanco, negro y dorado
  • barra de pegamento
  • Tijeras
  • Engrapadora

Cómo preparar:

  • Corta las cartulinas por la mitad.
  • Dobla cada cartulina por la mitad para formar un libro.
  • La cartulina verde será la portada. Dobla la cartulina dorada por la mitad. Abra la cartulina verde y pegue en el lado interior a la izquierda, el lado izquierdo de la cartulina dorada. Dobla la cartulina negra por la mitad y pega el lado izquierdo a la cartulina dorada. Dobla por la mitad la cartulina roja y pega el lado izquierdo a la cartulina negra. Dobla la cartulina blanca por la mitad y pega el lado izquierdo a la cartulina roja y el lado derecho a la cartulina verde. Practica con los niños para contar la historia del “libro sin palabras” y anímalos a que se lo cuenten a familiares y amigos.

La pulsera sin Palabras

Los materiales necesarios:

  • Hilo de goma o plástico.
  • Cuentas en verde, rojo, blanco, negro y dorado (o amarillo)

Cómo preparar

  • Cortar el hilo de goma a una longitud de 14 cm.
  • Enhebre una cuenta verde y átela con aproximadamente un tercio del extremo del hilo.
  • Enhebre la cuenta negra, luego la roja, luego la blanca, la dorada y la verde. Ata la pulsera alrededor de la mano del niño. Cuente la historia de la “pulsera sin palabras”.

Practica con los niños la historia. Anime a los niños a contar la historia a sus familiares y amigos.

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